EL HISTORIADOR ANTE SUS RETOS


    Carlos Ripoll, en dos esclarecedores artículos publicados en El Nuevo Herald, ha señalado el camino. En el primero, titulado “Martí no ha muerto”, le hala las orejas a Carlos Alberto Montaner por su trabajo “La mitología política en el culto a José Martí”, donde Ripoll observa “el mal disimulado desdén con que Montaner comenta” sobre “el nacionalismo romántico representado por José Martí”.
    Aclara Ripoll que la afirmación de CAM de que el entorno martiano estuvo alejado del gobierno de la República no se ajusta a la verdad histórica: el primero, Don Tomás Estrada Palma, fue la persona más respetada por Martí en la emigración de Nueva York y fue el que lo sustituyó después de Dos Ríos como jefe del Partido Revolucionario Cubano; los generales José Miguel Gómez y Mario G. Menocal pelearon en la guerra de Martí, aun el tirano Gerardo Machado. Don Tomás fue presidente de la República de Cuba en Armas. Y el primer presidente de la era republicana.
    Carlos Ripoll aclara que la afirmación de Montaner de que el gobierno interventor le concedió el ascenso a capitán del ejército mambí al hijo de Martí, tampoco se ajusta a la verdad pues Pepito Martí se ganó ese grado por sus méritos en la toma de Victoria de Las Tunas.
    Es cierto lo que afirma Ripoll, todos los que conocen un poco la historia de esos gloriosos días, saben que Calixto García le concedió el grado al joven artillero José Martí, que se lanzó a la guerra a los 17 años, tan pronto supo que su padre había muerto abrazado a la bandera de su ideal, de ver a Cuba libre.
    Alertados por los responsables señalamientos de Ripoll, hemos observado a los detractores del Apóstol, entre los que se agazapa Alejandro Armengol, que no sólo pide “Enterrar a Martí” sino que afirma: “Un país no se fundamenta sobre el ideal exaltado de un poeta.” Otro pensamiento del Apóstol –Crear es la palabra de pase de esta generación. El vino de plátano, si sale agrio, ¡es nuestro vino!-, para Armengol es una exclamación lapidaria y funesta, y a partir de ese momento, los incapaces –abundantes en Cuba y en el exilio- han tenido su justificación garantizada.
    Vamos a ver dónde se puede ubicar este caballero del enredo, si entre los incapaces o los oportunistas. Tal vez Armengol es un sujeto inteligente, que quiere llamar la atención, pero sus planteamientos son notablemente estúpidos.
    Otro fulano que encharca las playas de Miami es Emilio Ichikawa, que afirma: -Así se podría distinguir entre una seudo y una verdadera república independiente, la primera alcanzada en 1902 y con carácter constitucional, la segunda alcanzada en 1959 con carácter constituyente.
    Es decir, para Ichikawa la república por la que dieron la vida Agramonte, Carlos Manuel de Céspedes, Martí y Maceo, es falsa. La de Castro es la verdadera.
    Prueba de que la República de 1902 es la que representa al pueblo de Cuba es que, pese a la intervención de los Estados Unidos con la miserable enmienda Platt, la que borramos de nuestra constitución en 1934, en 1948 Cuba era una república soberana e independiente. Era la frente de América.
    Para Ichikawa, el 10 de Octubre “es un festejo singular que no está vinculado a la consumación de un propósito, sino a la práctica de un método. Como sucede con la república martiana, establece una tradición por futuridad, el entusiasmo de un proyecto”.
    En Ichikawa, experto en galimatías, cantinflas de la filosofía, se nota una penetración ideológica que la dictadura le ha grabado en el alma, siguiendo el método utilizado por Pavlov para amaestrar a sus famosos perros, por lo que repite lo que Castro le ha enseñado.
    A este trío, se une Andrés Reynaldo, que afirma que Martí fue intelectualmente deshonesto y políticamente “demagógico” cuando le postuló a Cuba la misión de impedir la expansión de la influencia de los Estados Unidos sobre el resto de nuestros países”.
    Suponemos que alude a la carta de Martí a su amigo el mexicano Mercado, en momentos en que el Apóstol trata de explicar su posición frente al gobierno estadounidense, que prefería una Cuba colonial y ponía toda clase de impedimentas a los patriotas cubanos que luchaban por la independencia, cuando los Estados Unidos planeaba anexarse la isla y convertir a Cuba en un cayo más de la Florida.
    Es evidente que este insolente no respeta la memoria del Apóstol cubano al que califica de “demagógico” y deshonesto, pero es posible que si estudia la guerra del cubano por su independencia pueda pensar con más claridad y, si es honesto, rectificar sus errores.
    El historiador cubano no puede eludir el reto de enfrentar a los que pretenden mancillar la vida de José Martí, siguiendo pautas formuladas por el Partido Comunista de Cuba.


Emilio Martínez Paula,
presidente de la Academia de la Historia de Cuba (Exilio)
 

 

 

La Dictadura Sangrienta: Más de lo Mismo

Por: Emilio Martínez Paula


    El genocida menor, Raúl, en su discurso del pasado 26 de Julio, dijo "estar dispuesto a conversar con el presidente que resulte elegido en los comicios del 2008, si las nuevas autoridades norteamericanas dejan a un lado la prepotencia". "Si no es así, estamos dispuestos a continuar enfrentando su política durante otros cincuenta años si fuera necesario".
    Estas palabras del asesino menor son consideradas por CNN, AP y la EFE, que difunden noticias que carecen de seriedad, como un "ramo de olivo que los Castro les tienden a los Estados Unidos".
    Esta interpretación de lo dicho por el esbirro menor es producto de la penetración de la izquierda en las agencias de noticias, que tienden a presentar a Castro como víctima y a los yanquis como victimarios, afirmando que si no fuera por la política estadounidense, ya Cuba sería libre. ¿Qué les parece?
    Antes que los bromistas del exilio empiecen a argumentar posibles pasos para dialogar con la tiranía, y Carlos Alberto Montaner aparezca una vez más diciendo que está en contacto con cercanos colaboradores del régimen para facilitar la transición, es bueno fijar una posición:

    Primero, Castro, al dirigirse a los Estados Unidos, ignora al pueblo .de Cuba, que es al que tiene que ofrecer disculpas, y rendir cuentas por sus abusos y crímenes; al de la isla, a los exilios, al de Miami, al de Houston, al de Los Ángeles, Madrid, Caracas, Costa Rica etc..

    ¿Y qué puede argumentar la tiranía si al fin se convencen de su fracaso y reconocen su incapacidad y deciden buscar una solución, una vez que Fidel haya partido rumbo al infierno?
    Dudamos que lleguen a tanto, que se arrepientan de sus crímenes: siete mil fusilados y los horrores de las cárceles, los actos de repudio y el encarcelamiento de los disidentes, pero si ocurriera ese milagro, en lo que no vemos ninguna posibilidad seria, lo que tiene que hacer la tiranía sangrienta es muy sencillo y no necesitan establecer diálogos con nadie, y menos con los estadounidenses:
    - Dejar libres a todos los disidentes.

    - Reconocer el derecho a la libre emisión del pensamiento; que todos los cubanos tienen derecho a entrar y salir libremente de la isla; que los medios de prensa, radio y televisión estén disponibles para hacer oposición al régimen, para crear estados de conciencia; que se permita la reorganización de los partidos políticos y garantizar que en un plazo de un año habrá elecciones libres.

    Todo esto bajo medidas que permitan la participación de todos los cubanos. Repito: de todos los cubanos.
    Para ser sincero, creo que esperar una solución facilitada por los que detentan el poder ilegalmente en Cuba, valga la redundancia, es un tanto ingenuo. La solución es la derrota militar del régimen estalinista implantado en Cuba por los hermanos Castro y sus esbirros. La guerra irregular, sin pedir permiso. La guerra justa y necesaria.
    Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre.

 

 

 


CHÁVEZ, UN GORILA DE IZQUIERDA
Aviso al cónsul de Chávez en Houston.


Por Emilio Martínez Paula


 


    Tras numerosas llamadas al teléfono 713 974 0028 del consulado de Chávez en Houston, una voz bien timbrada nos dio varias opciones: - Si sabe la extensión marque ahora, si necesita ayuda marque el cero. Después la respuesta final: esta caja está llena. Y cortaron la comunicación. Nuestro interés era hacerles unas preguntas al cónsul y al agregado de prensa, para informar a los lectores de La Información sobre el cierre de Radio Caracas Televisión, que, es a todas luces, una forma de agredir y limitar la libre emisión del pensamiento en la patria de Bolívar.
    Ya casi había olvidado el asunto cuando me vino a la mente que el pasado domingo 27 de Mayo, durante varias horas, escuchamos por Globovisión, desde Caracas, un kilométrico discurso de Chávez. Claro que no teníamos interés en oír el monótono bla bla bla. No resistíamos oírlo y cada cinco minutos cortábamos la comunicación. Nos interesaba escuchar las voces del pueblo venezolano que llamaba continuamente a Globovisión para protestar del cierre de CTV. Lamentablemente, cuando sintonizábamos de nuevo, aparecía Chávez. Lo que expresaba era pura hunga de vaca. Bull shit, para decirlo en tejano.
    Para colmo, en varias ocasiones le pidió a un par de médicos cubanos, los esclavos de bata blanca que Castro usa para apuntalar el régimen chavista, que hablaran sobre los logros en el campo de la medicina. No se cansaron de elogiar al compañero Chávez, como cotorras bien amaestradas.
    Pero lo que nos llenó de indignación fue que Chávez se atreviera a mencionar a José Martí, el héroe nacional cubano, en defensa de sus arbitrariedades.
    Chávez debe saber que Martí sería el primer opositor a su régimen: Su pensamiento se puede sintetizar en pocas palabras: “Honrar honra”.
    “Sólo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades". “Dos peligros tienen las ideas socialistas, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizantes, confusas e incompletas, y el de la soberbia y la rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empieza por fingirse, para tener hombros en que alzarse, como frenéticos defensores de los desamparados".  “El socialismo nos impondría la esclavitud”.
    Chávez no ha leído a Martí. Por supuesto si lo lee no lo entiende.
    Chávez es un militarote, golpista, un gorila de izquierda. Analfabeto peligroso, de los que creen que saben leer y escribir.
    Le pido al cónsul de Chávez que haga llegar a las autoridades pertinentes en su país estas palabras nuestras, en nombre del Colegio de Periodistas Cubanos y en el mío propio, para que Chávez no intente de nuevo profanar la memoria del Apóstol cubano.
    Nota:
        El 80 por cientos del pueblo venezolano está contra las últimas medidas de Chávez, sobre todo el cierre de RCTV, que es una forma de cercenar el derecho a disentir. El estudiantado está en la calle, reclamando el derecho a la libre emisión del pensamiento, en forma pacífica y civilizada, lo que mantiene en jaque a Chávez, al que parece que Fidel Castro ha amaestrado para que siga sus métodos dictatoriales.
        Por otra parte, es necesario decir que, para poder contrarrestar el brote de rebeldía del estudiantado y del pueblo venezolano en general, los altos mandos chapistas están lanzando correos electrónicos incitando a que se produzcan actos de violencias contra el gobierno, para justificar una mayor represión.
        Los pueblos libres y los defensores de la democracia, deben cerrar filas en defensa del heroico pueblo venezolano.


 

10 DE OCTUBRE

Palabras de Emilio Martínez Paula en el acto llevado a cabo en el Café Piquet

 

           

    Queridos compatriotas y amigos, quiero pedir un minuto de silencio, silencio, por favor. Y durante estos sesenta segundos, os pido que evoquemos y recordemos el último lugar donde vivíamos antes de venir a los Estados Unidos. Muchas gracias.

   Martí, evocando el 10 de Octubre, expresaba: ¿No sentís como estoy sintiendo yo el frío de aquella madrugada sublime?

   Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, era un hombre extraordinario, culto, viajó por Europa y era abogado.  Escritor y poeta, dejó valiosos escritos en la prensa santiaguera y en la de La Habana.

   El momento más triste de su vida fue saber que su hijo Oscar estaba prisionero de los españoles. El conde Balmaseda, capitán general español, le hizo llegar una nota en la que le proponía  que podría salvar la vida de su hijo, si renunciaba a seguir luchando por la libertad de Cuba.

   Céspedes le responde: "Señor, me anunciáis en vuestro escrito que la libertad de mi hijo Oscar está en mis manos y ponéis como precio a su rescate el que yo deponga las armas que un día no lejano empuñara contra los enemigos de mi patria. Es decir, me proponéis que traicione el juramento solemne que en pro de su libertad hube de hacerles y que defraude las esperanzas de los hombres que en mí han confiado.

    Todos son mis hijos, señor, y menguado sería ante mi corazón y mi conciencia si por salvar la vida de uno de ellos comprometiera la de los demás.

   Podéis llevar a cabo vuestras amenazas; con ello heriréis mi corazón de padre, pero habéis dejado a salvo mi corazón y mi conciencia,

Carlos Manuel de Céspedes."

  Oscar fue fusilado.

    Al amanecer de ese glorioso 10 de Octubre  se reúnen  en el Batey del ingenio La Demajagua,  35 patriotas, los 35 locos sublimes  que dirigidos  por Céspedes inician la guerra libertadora.

    Al siguiente día, el domingo 11, parte Céspedes de La Demajagua con unos doscientos hombres, de los cuales muy pocos portaban armas de fuego, dispuesto a tomar el pueblo de Yara. El pedáneo, que hacía las funciones de juez, alcalde y policía, y era tendero, ofreció rendirse a discreción, pero en lo que su respuesta llegaba al punto donde  Céspedes y su gente esperaban, a pocos kilómetros del pueblo, entró en Yara una columna española, fuertemente armada. El comandante de esa tropa, informado de que los insurrectos  atacarían, sitúa sus hombres alrededor del parque del pueblo y cuando la caballería cubana penetra, dando estentóreos gritos de ¡Viva Cuba Libre!, se vio fusilada, en medio de la oscuridad, por lo que tuvo que retroceder en completo desorden.

   Este es el primer hecho de armas de la Guerra de los Diez Años, en que muere el primer patriota cubano y el primer soldado español.  

   Después de esta derrota, Céspedes se limitó a decir: "Quedamos trece combatientes, ¡con trece hombres se libera un pueblo! "   

   Céspedes nunca olvidó lo ocurrido  el 11 de octubre, y lo mencionaba como el primer hecho heroico,  originando la tradición de festejar el grito de Yara más que el Diez de Octubre.

      Pero esta derrota no desalentó a los cubanos que dos días después toman los pueblos de Jiguaní, Santa Rita, El Horno, Guisa, El Dátil, Cauto Embarcadero y Cauto del Paso, aunque fueron rechazados en Las Tunas, al que los españoles la llamaron desde entonces Victoria de la Tunas.   

    Las fuerzas cubanas no perdieron su impulso y el 17 de Octubre se presentaron frente a Bayamo. Esta vez  las huestes cubanas pasaban de los 1,500.

  En varios días de combates capitula el gobernador español de Bayamo y  Céspedes entra al frente de la caballería cubana. La guerra se prolongó durante diez años, hasta el paréntesis del Zanjón.   

   Para tener una magnitud del holocausto cubano, recordemos que en los primeros catorce meses  de guerra, comenzada en octubre de 1868, mueren  16, 980 cubanos, 9,133  heridos y 2,092 estaban en prisión y sin contar que muchas habían desaparecido.

    No obstante las pérdidas sufridas, los cubanos emergieron de la Guerra de los Diez años con una conciencia nacional y con justificado orgullo de pueblo.

  Tras la pausa de la Protesta de Baraguá, José Martí, durante 17 años de incansable prédica, logra  organizar la guerra del 95, que terminó con la derrota de las tropas coloniales.   

  ¡Levanten el ánimo los que lo tengan caído!, predicaba el Apóstol.

  Y en uno de sus discursos proclamó entristecido: ¡Si no hay tropas suficientes, qué esperan los caracoles en la playa que no llaman a los indios muertos al combate!

    Hoy nos encontramos de nuevo enfrascados en  la lucha por ver a la Patria libre, y  cuando se escriban los hechos históricos de los últimos años, se llenarán páginas de oro con el heroísmo cubano.

   Durante  años el Escambray bravío peleó sin armas y sin alimentos, dejando un reguero de muertos. Más de dos mil hombres dieron sus vidas por  la patria en las abruptas montañas  de La Villas.

   En 1961 la gloriosa brigada 2506 desembarca en Playa Girón, pero fue traicionada. El presidente Kennedy no cumplió su palabra  y la brigada no tuvo la necesaria  cobertura aérea, a lo que hay que reconocer, sin suficientes municiones.

     A renglón seguido Alpha 66 desarrolla el Plan Omega, que demostró que la tiranía era vulnerable, y que los cubanos del exilio no estaban dispuestos a olvidar la patria disfrutando de las ventajas de la nueva vida. Las 92 acciones de comandos llevadas a cabo por los hombres de Alpha 66 representan una dura lección,  pagadas con  la sangre y las vidas de los combatientes. Pero  son enseñanzas para la lucha venidera e inevitable.

   La Alianza Revolucionaria, que así se llamó la unión de Alpha, el II Frente del Escambray  y  el MRP, Movimiento Revolucionario del Pueblo, más el Frente Anticomunista Magisterial y la Federación Estudiantil Revolucionaria, FEU, sin olvidar la Junta Revolucionaria dirigida por el Ing. Manolo Ray, estaban listos  para desembarcar en Cuba,  se lo impidieron autoridades americanas e inglesas que los detuvieron en alta mar. No dejaremos de recordar al comandante Hubert Matos, que se suma a la lucha con  el CID, vigoroso movimiento que tiene como divisa derrotar  militarmente a la tiranía sangrienta.  

    Hoy, las Damas de Blanco, las novias de Cuba, desafían la dictadura castrista, como buenas mambisas, luchando por la libertad de la patria y la libertad de los disidentes, sus esposos y hermanos, frente al acoso de las turbas pagadas por la tiranía. 

   Desde las mazmorras inhumanas donde está  encerrado, Oscar Elías Biscet convoca al pueblo a la resistencia civil, paso previo para que se desate la ira del pueblo que hará pedazos la tiranía, lucha en la que debemos estar listos para acudir en apoyo de nuestros hermanos.  

   Marta Beatriz Roque promueve la sociedad civil, enfrentando golpizas que apenas le permiten salir de la casa, pero no se rinde ni se entrega a los deseos de la dictadura sangrienta que le pide que abandone la isla.

Hoy, en esta conmemoración del inicio de la guerra de independencia, nos encontramos en la disyuntiva: o peleamos de nuevo o dejamos pasar los acontecimientos, pensando  que la muerte del tirano es la solución, lo que no deja de ser una cobardía histórica.

   Con la muerte  Castro, si bien hay un asesino menos, esto no significa que el régimen se desmorone, ocurrirá lo mismo que en Rusia, donde los comunistas, tras su orgía de asesinatos, y torturas, siguen mandando como en la Unión Soviética. Fidel Castro no merece morir en una cama, sino colgado de una guásima.

     Los que hablan de estar en contacto con cercanos colaboradores del régimen  para la transición, mienten.

   Los que hablan de transiciones, mienten.

El pueblo cubano, está aprisionado en las redes del sistema establecido por Stalin durante  70 años de terror implantados en Rusia, y aún hay bases secretas rusas en Cuba, y personal militar soviético colaboran con Castro.

    A lo que tenemos que agregar con el índice  extendido rechazando  la política insincera de los gobiernos estadounidenses que hablan de transición  para ganar el voto cubano en la Florida, mientras se oponen a que los patriotas organicen la lucha contra la tiranía, como en el caso de Santiago Álvarez y Osvaldo  Mitat,  acusados de poseer armas para futuras acciones en Cuba, que son encarcelados como delincuentes, en vez de reconocer su patriotismo.

   Alpha y otras organizaciones hermanas no han cancelado sus planes de la guerra irregular, la guerra justa y necesaria, sin pedir permiso a nadie.

   Aunque esto no le guste al 90 por ciento de los exiliados,  a Cuba debemos volver con el escudo o sobre el escudo.

           ¡Cuba será libre! ¡Así Dios nos ayude!

 

LA ALTA CULTURA TRAICIONADA

Por Emilio Martínez Paula

 

    Las universidades estadounidenses han caído en las redes  de una mafia que, so pretexto del intercambio cultural entre los centros de alta cultura, auspician la penetración de una “quinta columna” que lleva al estudiantado el mensaje y las prédicas marxistas leninistas, repitiendo y ensalzando siempre los mismos nombres: Neruda, Carpentier, Guillén, los monstruos sagrados de la literatura totalitaria, no Asturias, al que echaron  a un lado luego de su novela El Señor Presidente

    Ha llegado la hora, ineludible, que los críticos democráticos asuman la reubicación de Nicolás Guillén, del Neruda posterior a Residencia en la Tierra, de Alejo Carpentier, del mimético Miguel Ángel Asturias. Sería interesante, para citar un solo ejemplo, reubicar la obra en sí de Pablo Neruda frente a la de cualquiera de estos poetas chilenos, contemporáneos suyos, Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Pablo de Rokcha, Rosamel del Valle, Humberto Días Casanueva.    

    Neruda, sin duda, es poeta, pero hay docenas de poetas iguales que él y, por supuesto algunos de mayor calidad.

Nicolás Guillen, al que Neruda despreciaba y lo hizo notar al “confesar que había vivido”. Guillén se limitó a responder: “Neruda confiesa que ha bebido”.

    Guillén que con unos ripios de mala muerte: “en el restaurante del puerto, al marino americano por levantarme la mano, en el restaurante del puerto” y “de noche y de día la policía” el Partido lo designó poeta nacional de Cuba. Una afrenta al arte del buen decir.    

    Para entender Hombre de Maíz, de Asturias, hay que leerlo con un diccionario en la mano. Servidor del campo totalitario, lo que le ganó el Premio Nóbel, trató de salvarse a ultima hora con El Señor Presidente, una novela interesante. Pero nada del otro jueves.

    En la obra artística y literaria podemos encontrar dos tipos de valores: el que tiene la obra en sí y el agregado por intereses políticos o de otro orden. El tema lo analizó en forma clara y precisa, con su habitual talento, Ortega y Gasset: “El escritor (de Partido) añade a su eficacia propia y natural otra que no viene de su esfuerzo, sino de la energía organizada que en el partido reside. Esto nos obliga a distinguir entre el poder propio de una acción –y, reflejamente, de la persona que la ejecuta- y el poder añadido que el grupo le proporciona. Este poder que el grupo añade al poder propio de la persona es una reacción utilitaria motivada por los intereses del grupo. Por lo mismo, es un poder también limitado, circunscrito al grupo y al radio de sus interesados. A veces el favor aumentado que ofrece a la persona resta a ésta poder propio. En el caso del escritor, esto es evidente: cuanto más sirva a un partido, menos autoridad propia poseerá fuera de él”.  

    Vamos al grano: la Sam Houston State University tuvo a bien invitar a un tal Alexis Márquez a leer una conferencia en Houston. Este sujeto, que si la cara es el espejo del alma tiene el espejo empañado, posee  antecedentes penales: militó en el Partido Comunista, desde 1946, lo que lo hace cómplice de todos los crímenes perpetrados por los Partidos de la Hoz y el Martillo: los genocidios de Stalin y de todos los asesinatos cometidos por la URSS durante la era en que las Naciones Cautivas estaban bajo las botas de la KGB, que en un momento dado dirigía el actual presidente de Rusia, Putin,  a los que debemos agregar los fusilamientos y las torturas cometidas bajo la dictadura sangrienta de Castro.

    Márquez, ahora, no milita en el Partido. No por principios, ni porque esté avergonzado de su pasado: Es que no quiere someterse a la disciplina que soportó durante los años que era miembro de esa tenebrosa organización.  Alexis, sigue luchando por el comunismo sin importarle que la humanidad sea presa del oscurantismo y la esclavitud. Por ahora, trata de darse a conocer siguiendo los métodos de impuestos desde la era estalinista y de que lo elogien sin analizar su obra, mediocre sin dudas, mientras él pueda vivir viajando y paseando, sostenido y aupado por los que traicionan el Alma Parens.

    De paso, como quien no quiere la cosa, diremos que su cacareada conferencia sobre Alejo Carpentier, servidor de Moscú desde los tiempos de Stalin y que formó parte del coro servil de Castro, a cambio de un cargo en la Embajada de Cuba en París, es una repetición ya dada a conocer en Caracas, con el manoseado tema del barroco y el mestizaje americano, aburrida y cansona, repitiendo lo muy sabido.

    Pero la bola pica y se extiende: la Universidad de Houston ha invitado a un fulano conocido como  Pérez Esquivel, Premio Nóbel de la Paz, gracias a su militancia totalitaria, a impartir sus pensamientos en ese recinto universitario. ¿Qué podrá decir?  Este felón miserable llega a Houston, tras afirmar, con su voz de lesbiano impenitente, que es “la voz de los que no tienen voz”. ¿Eso lo dice en Cuba? No, porque es bien conocida su militancia totalitaria, y su admiración por Fidel Castro, el tirano que gobierna la isla martirizada sobre un charco de sangre.

    Este abyecto personajillo de menor cuantía, apoya los crímenes del castrato, so pretexto de defender la ¡¿Revolución Cubana?!

 EN   MIAMI TAMBIÉN HAY ALGO PODRIDO.

    Un interesante reportaje publicado en la valiosa revista EMEPECÉ, destaca la actividad del Instituto de Estudios Cubanos, (CRI) de la FIU de la que es subdirectora la señora Uva Clavijo de Aragón, que auspicia o consigue dineros para que jóvenes estudiantes viajen a Cuba. Entre paréntesis, cuando la señora Aragón viajó a La Habana, se entrevistó con el grupo de profesores universitarios que forman el coro servil de alabarderos del tirano, pero olvidó visitar a disidentes y presos políticos.

    Las supuestas razones para estos viajes dicen que es porque “ofrece las mayores oportunidades para que estén expuestos todos los aspectos de la nación cubana” Esto es un acertijo que hace pensar que algo podrido hay en el asunto, porque ir a Cuba en viaje de estudios tiene sus obligaciones: entrevistar a un estudiante expulsado de la Universidad de La Habana, por no militar en el Partido Comunista. Visitar los disidentes, las Damas de Blanco, los presos políticos, a los periodistas independientes. De lo contrario es conocer un solo punto de vista: el que ofrece la dictadura.                  

    Estos viajes sirven para agradables vacaciones, donde los estudiantes reciben falsas  deformadas informaciones “sobre todos los aspectos de la vida en la nación cubana”.

    La Universidad del Sur de La Florida, Tampa, también auspicia cursos dentro de la isla: se pagan entre 2,446 y 2,826 dólares por visitar sitios de interés para la tiranía: Playa Girón, el Cuartel Moncada, El Morro, -sería interesante preguntar si visitan el paredón de fusilamiento-, y más tarde el Museo de la Revolución. ALGO PODRIDO HAY EN TODO ESTO

    No niego que algunos profesores universitarios crean de buena fe que estas invitaciones a enemigos de la libertad y la democracia, como los mencionados, puedan dar vital impulso a favor de la libre emisión del pensamiento y la cultura, crear la oportunidad para el debate, pero algo podrido hay en todo esto.

    No me opongo a que los inviten, si no es una malversación de fondos, donde los padres de estudiantes sacrifican sus bolsillos para que sus hijos estudien y que luego les paguen con esos dineros vacaciones a estos traficantes del odio. 

    Lo que sí me parece ineludible, es que con la misma energía con que buscan dineros para promover viajes a Cuba y que agentes del totalitarismo vengan a los Estados Unidos, planteen que si se puede traer el veneno del terrorismo ideológico y sus conceptos contrarios a la inteligencia y la cultura, exijan a los gobiernos y las universidades de Cuba, que permitan que disidentes y hombres libres visiten, con puntos de vista bien precisos, e investiguen  por qué un solo partido, un solo periódico, el Gramma; por qué para estudiar en la Universidad de La Habana hay que pertenecer al Partido Comunista, el por qué los juicios sumarísimos en que se condena a la pena de muerte con la sola acusación de un fiscal, sin un abogado escogido por el acusado, sino impuesto por la tiranía. Y, finalmente, por ahora, que reclamen una explicación sensata: por qué no celebran elecciones libres, luego que se pueda dar a conocer al pueblo otras opiniones para crear estados de conciencia. Bajo la vigilancia de la OEA y la ONU.

    Tal vez es hora de proponer que si las universidades del Campo Totalitario no abren sus puertas para discutir los regímenes que las esclavizan y permiten el intercambio de ideas, pues que sus representantes y apologistas vayan con su carga de podredumbres a los quintos infiernos, donde seguramente encontrarán  un pensamiento afín al de ellos.   

 LOS PARTIDOS COMUNISTAS DEBEN PAGAR POR SUS CRÍMENES

    Si estos granujas, el Márquez y el Pérez Esquivel, cómplices de crímenes y asesinatos, vienen a disfrutar placenteras vacaciones con dineros de los que pagan impuestos, que los inviten a un debate para clarificar su pasado y su capacidad para ser mensajeros de la cultura. 

    Ha llegado el momento que los Partidos Comunistas y sus militantes paguen por sus crímenes, cometidos desde la época estalinista. Y, sobre todo, del presente.

 

  

    La Universidad de Miami tiene serios problemas: he aquí uno de ellos: Max Castro, conocido apologista de la dictadura de Castro, Lisandro Otero: director del Instituto de Investigaciones Cubanas, que no simpatiza con la poetisa cubana María Elena Cruz Valera y a la que trató de hacerle la vida lo más difícil posible. 

    No es por ser exagerados, pero con estas caras y un uniforme de la KGB, estos sujetos pueden dirigir un Campo de Concentración ( Gulash) en la Unión Soviética o en Cuba, que es donde deben vivir. ¿Tiene esta gente sin nombre derecho a vivir sumergidos en las entrañas de una universidad de Miami?

    En tiempos de las viejas naciones, un juez diría: vistas sus caras y analizadas sus cabezas, no a galera, sino a la horca los condeno.

 

    N. del Editor: La siguiente carta del Sr. Martínez Paula a Rafael Saumell abunda en el tema, con aclaraciones muy a tener en cuenta. Es por ello que la reproducimos a continuación:

 

Rafael E. Saumell

 

Querido y joven amigo:

Gracias por tus observaciones sobre mi trabajo “La Alta Cultura Traicionada”.

Creo que no tengo otra alternativa que poner en claro mi pensamiento, para no ser “injusto ni desproporcionado” y autor irreverente  de las extrapolaciones tan peligrosas”. Amén de nuestra culpa por la presencia de Castro en el poder.

Me dices “me doy cuenta de que hiciste algunos cambios con respecto a una versión que te comenté antes y largamente”. Sé que por ahí tengo unas notas  que yo puse en algún lugar, pero que después no las encontré. Si aparecen las comentaremos.

A Castro  lo puso en el poder su habilidad para engañar con falsas promesas: la Constitución de 1940. Sus declaraciones: Yo no soy comunista, porque el comunismo es pan con terror, etc.  El se apoderó de los resortes siguiendo la vieja técnica estalinista: crea  un aparato de terror que lo ha sostenido hasta el momento.

Los que apoyaron la dictadura sangrienta  más allá de los primeros meses, esos sí tienen que dar explicaciones.

Jamás he escrito una línea apoyando a Castro, al contrario, pasé a la oposición  desde los primeros meses de enero del 59. Gracias un amigo mío, Silvio Castillo, que vive en Miami, supe que estaba en una lista para ser detenido y fusilado, por órdenes del tirano.

 Me llené de miedo y nos robamos un barco del río Almendares. Y  aquí estoy, como siempre.

En enero del 59 a muchos de los que combatimos a Batista, ya nos preocupaba la forma de ser de Fidel.

En mayo, unos cinco meses después, ya nos reuníamos, entre otros algunos ministros, y comenzamos a trazar planes para detener la dictadura sangrienta.

Participamos en planes de entrenamiento (1963) para regresar a Cuba con las armas en las manos. 

Nunca he escrito una sola palabra apoyando a Castro.   Lo conocía bien desde las aulas universitarias

En 1960, trabajando en el periódico Diario Libre, comenzamos a publicar y comentar la famosa obra “La Nueva Clase” de Milovan Jilas 

Esto dio ocasión para que un Consejo de Ministros determinara que los talleres fueran pasado a formar parte de “un laboratorio para la Escuela de Periodismo”. Ya en esos días mi padre se había ganado el honor de ser el primer periodista expulsado del Colegio, amén que de profesor de la Escuela pasó  a corrector de pruebas de la Gaceta Oficial.

Cuando Castro cambió la moneda logramos recolectar más de 15, 000 pesos para la Triple A, organización en la que militábamos y que era muy activa dentro de Cuba.    

 Ahora bien, si me explicas  que he sido “injusto y desproporcionado” estoy dispuesto a pedir excusas y  reconocer mis errores. Por otra parte, los tipos como Pérez Esquivel  y Alexis Márquez Rodríguez, son militantes del odio, desde siempre. Alexis, tengo a mi lado la nota que afirma que no milita en el Partido Comunista, por no soportar la disciplina, luego de años de militancia, responsabilizado  con los asesinatos y los campos de concentración del estalinismo y todos los abusos del Campo Totalitario. Ah, el hombre sigue la línea del Partido y sus postulados políticos. El camarada Alex es marxista leninista.

Ahora parece que quieren hacer de este Alexis un erudito, una eminencia, que ha esparcido sus sabios conocimientos por universidades como abanderado de la cultura, lo que no es cierto. Es tan bruto que viene a repetir los mismos errores de siempre: Elogiar a intelectuales comunistas, sin tener en cuenta sus valores. Si tuviera un poco de luz en los sesos, trataría de otras figuras, como Borges, para mencionar uno. No, siempre los mismos: Neruda, Alejo, Guillén y otros por el estilo.   Es, como todos los comunistas, un enemigo de la libertad, el más preciado bien del ser humano. A esa gente no le hago el juego. Los yángaras sólo quieren el poder. No reivindicar a los pueblos.

Los otros, como  Uva Clavijo Aragón, Max Castro y Lisandro Pérez me repugnan.

No quiero mantener una conversación, casi polémica, con mi joven amigo, el profesor Saumell,  que respeto, porque tengo la seguridad que une a su talento valores firmes en defensa de la libertad y la cultura. Y que pertenece al pequeño grupo de los pocos que se ocupan de los muchos, sin ambiciones personales.

 

Un abrazo de tu amigo y compatriota,

Emilio. 

 

 Emilio Martínez Paula

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