El FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A.C. otorgó el premio "José Vasconcelos" 2005 a nuestro amigo y compatriota, el poeta Francisco Henríquez, Director de la revista poética Carta Lírica que nació en Matanzas, Cuba.
Con su gentil esposa Eloísa, en el acto de entrega del premio. Flanqueándolos, don Fredo Arias de la Canal y su esposa, Sra. Arlene King. |
Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena.
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PARA ELIANA
"Al arrimo de mi otero" voló desde Murcia a mí porque Eliana desde allí le dio el ala y el sendero. Y yo --que soy jardinero de un jardín espiritual-- lo recibí en mi rosal y le estoy dando calor para que de su fulgor me dé la esencia vital.
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No sólo es bello por fuera el nuevo libro de Eliana sino que es una fontana por dentro, ¡y una pradera! ¡Es como si Eliana hiciera florecer algún desierto, o como si hubiese abierto un pozo en un arenal y un poeta, a su brocal, se asomara, de sed muerto!
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Del manantial del idioma nos da el agua de cristal: Su pozo es un manantial que tiene verbos de aroma. Su culta palabra toma su voz de la voz más bella, mezcla de nardo y estrella, de rocío y armonía... para que la poesía lleve el sello propio de ella.
Francisco Henríquez |
HURACÁN DE OTRO AGOSTO
Katrina vino con maldad felina: nos la vendieron como niña boba y resulta que fue mucho más loba que la loba del monte de la espina.
Nos distrajo con gracia femenina: con sayuela de bruja y con escoba barrió barrios por mil... ¡Casi joroba
la Ruta de Coral..., esta Katrina! |
A cambio de la luz nos dejó el agua y hoy Miami parece una piragua mecida por la fuerza de un tsunami.
¡Un ciclón: uno más de nuestra serie que deja sin piedad y a la intemperie las tórridas palmeras de Miami!
Agosto de 2005 |
VALPARAÍSO
Ciudad de piedra y de fulgor celeste
que deslumbra la vista del viajero;
perla engarzada en cuarzos del Oeste,
joya caída de un azul lucero.
Eres almohada para que recueste,
la poesía, su candor cimero.
Atalaya del arte para este
instante de buscar un sol postrero.
Pasar por ti sin desear quedarse
es lo mismo que amar para no darse
con plenitud de amor, a quien nos quiso...
Ciudad romántica y acogedora.
¡Soñé con descubrir mi nueva aurora
y al fin la descubrí en Valparaíso!
Francisco Henríquez
TRAGEDIA EN ESPAÑA
La mañana parecía febril hormiguero humano y en el predio castellano Madrid, calmo, amanecía. De pronta loca jauría llegó con terrible saña, y se volvió una maraña de retorcidos aceros la ruta de los iberos, la paz de la vieja España.
Cadáveres dondequiera: sobre rieles y polines; en aceras y adoquines sangró la ciudad entera. Herida por la pantera del odio —vicio moderno con guarida sin gobierno—, hoy la patria de Cervantes busca voz y consonantes que condenen el averno.
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Mientras que la humanidad viva con odios fatales serán mayores los males; menos la ecuanimidad. Armas de muerte y maldad fabricadas por el mismo hombre y todo su egoísmo, que luego, cegado, el hombre las emplea “bajo el nombre de su paz con fanatismo”.
Desgarradas por sus muertos, sangrando por las heridas, quedan las almas perdidas en profundos desconciertos. ¿Quién irrigará los huertos con agua de luz y amor? ¡No se sabe!, mas la flor de la paz y la cordura, debe crecer con premura para aliviar el dolor. |
Papa Juan Pablo II (1920-2005)
Sin Juan Pablo II (Segundo) el cristianismo
se queda a la deriva en mar profundo:
pareciera que al irse, en un segundo,
tras su paso dejara un hondo abismo.
Patriarca del amor y el humanismo,
sirvió de faro orientador al mundo;
contra abuso y pobreza fue rotundo
––males que tuvo que sufrir Él mismo––.
Presumo que dirán que con su ida
perdió su timonel la fe cristiana...
Con los ojos del alma ––ya sin vida––
se asoma de la Gloria a la ventana
para ver ¡hasta cuándo, desunida,
se debate sin luz la estirpe humana!
EL AVISPERO
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El
sitiero roció un perfume fuerte, |
MI PADRE: EL AGRICULTOR
Hombre canario de una raza pura que a las tierras de América emigrara; su noble voluntad creció en el ara del honor, la honradez y la ternura.
Como maestro de la agricultura, tornó feraz el suelo donde arara... ¡Las plantas le crecían como para regalarse en botones y en dulzura! |
Tuvo un final agreste y desvalido arando aquel terruño que amó tanto... ¡Marchó al cielo, de sol y fe curtido!
Su recio corazón fue surco abierto sobre la hectárea que adoraba tanto... ¡Lo menos que merece es este huerto!
Francisco Henríquez
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NAVIDAD 1992
Para que el resplandor de la Inocencia * llegue y alumbre las reconditeces del alma, con sus aves y sus peces, el Cielo se abre por su transparencia.
Dios no sólo nos cuida la existencia una vez cada un tiempo; muchas veces al año, con sus himnos y sus preces, nos alivia el temblor de la dolencia.
A la orilla de un huerto dicembrino, bajo el toldo punzante del espino que crece el leño de futura cruz...
Estudio la liturgia de esta edad donde espera la pobre humanidad que vuelva el Mensajero de la Luz. Francisco Henríquez * Verso del soneto “Navidad 1992”, de Alicia Delaval |