Darío Espina †

Donde Hay Bondad No Hay Envidia

 

            Comparada a la perfidia,

la traición y la maldad,

es la fuerza de la envidia

si se debe lealtad.

 

            Envidia el que es inferior

y que no puede alcanzar

lo que ha estimado mejor

e imposible de lograr.

            Pero, el que ve en los demás

las virtudes que él no tiene

no podrá envidiar jamás

pues la bondad lo detiene.

 

 

HA CAÍDO UNA ESTRELLA

    Ha caído una estrella, la estrella esplendorosa

que en los mástiles patrios flotaba al rojo vivo

en triángulo simbólico, ondeando en el esquivo

laberinto de franjas, cándida y orgullosa.

 

    Se desprendió la estrella porque no halló motivo

de seguir amparando la fábula afrentosa,

la impúdica ficción, la inhumana y odiosa

fuerza del cavernícola salvaje primitivo.

    No puede la blancura de la radiante estrella

representar el luto de mártires hermanos

ni el grito lacerante de la infame tortura.

 

    Muy pronto ha de clavarse sobre la altiva y bella

insignia de otros tiempos, cuando fornidas manos

de los nuevos mambises la eleven a su altura.

 

 

 

A DARÍO ESPINA

In Memoriam

  

Darío, ¡te nos fuiste de repente

con tanta suavidad, tan simplemente!

 

Relámpago de luz, en tu derroche,

supiste bien el alma de las cosas

y nos la dibujaste con tus versos.

Derramaste, vital,  entre tus noches

-la noche del no ser y esa otra noche,

paréntesis final, oscuro broche-,

el límpido fanal de tu poesía.

 

Quisiste, no contento todavía,

hurgar en los misterios de la ciencia

y desbrozar la lóbrega maraña

de fórmulas infinitesimales.

Con métodos muy tuyos, personales,

jalonaste tus días de constancia

en pos del ideal o la utopía.

 

Sin embargo, te fuiste de repente.

¡Con cuánta suavidad, cuán mansamente!

 

Espéranos rimando ultrasonetos,

criando abejas, enhebrando sueños,

construyendo autopistas de quimera

¡hasta que nos veamos nuevamente!

Eliana Onetti

Morir es como nacer

porque venimos al mundo

para vivir un segundo

y a la eternidad volver.

Nacemos de una mujer

en el devenir eterno;

lo que en el claustro materno

tiene el punto de partida

es primavera de vida

que se anticipa a un invierno.

 

EL SONETO CONTEMPORÁNEO

 

Desde que Lope complació a Violante

analizando, en broma, este poema

ha devenido un cambio relevante

en la forma, en la rima y en el tema.

 

Alguna Escuela resolvió el problema

suprimiendo el rigor en lo adelante;

ya no lleva el soneto serio emblema,

ahora es más sencillo y elegante.

 

Se turnan serventesios y cuartetos

o se duplican éstos si uno quiere,

en busca de belleza y colorido;

 

ya no son necesarios los tercetos

en su forma ortodoxa; se prefiere

que exista variedad en tal sentido.

Darío Espina