X. L. Do Ferreiro

    FLOR DE UN TIEMPO

  

  Una Flor ha nacido

del silencio y,

sin saber la razón,

a mí ha llegado.

Si se queda, no sé

por cuánto tiempo.

 

 Tal vez los días

sean infinitos.

 Tal vez los años mueran

 a su lado.

Tal vez mañana sea,

ya muy tarde.

 

  Una Flor ha nacido

del silencio,

yo no sé cuánto tiempo

va a quedarse.

 

 

       PRIMAVERA

 

 Primavera en mi vida,

Primavera;

que como una ilusión

me abandonaste

sin esperar el fruto,

Primavera.

 

 Tantas flores de Amor

que derramaste

en mi alma sedienta,

Primavera,

que he perdido la senda

y estoy solo,

como las hojas muertas,

sin espera.

 El tiempo se hace lento

como un sueño,

en el cielo

se pierden las estrellas

y una pálida luna

cada noche,

ensombrece tu ausencia,

Primavera.

 

 

  

   NACIDO AZUL

 

Azul el mar,

el cielo.

Tus ojos son azul,

azul y terciopelo.

 

 Tú llegas de un silencio

eternamente bello,

a un tiempo

que es espera,

a un tiempo

que es incierto.

 Traes sólo pensamiento,

ausencia de palabra.

 Inmaculadamente

tu frente está

y tu pecho.

 Iremos,

como a un lienzo,

mil trazos

dibujando.

Como arcilla,

el mañana

iremos modelando,

y será azul.

 

 Azul el mar

el cielo.

Tus ojos son azul,

azul y terciopelo.

 

 INVIERNO

 

  Qué tristes,

qué frías,

qué mudas se quedan

las flores del huerto,

la luz de la higuera.

 

Hasta el viejo roble

de ramas inquietas

desnuda sus manos

e inunda la acequia.

 

Sus hojas amargas,

mitad gris canela,

entretejen sombras

con la verde hierba.

 

Sólo dos gorriones,

que siempre se quedan,

rebuscan el tiempo

en la savia muerta.

 

 Aquel gato gris,

que cuida la abuela,

se duerme en un sol

que ya no calienta.

Entre rayo y sombra,

de nubes que llegan,

observa las hojas

que el viento se lleva.

 

 Cuando nace el día,

al ir a la escuela,

los niños arrastran

las hojas que esperan.

 

Escriben palabras,

dibujan estrellas,

sueños de un momento

que el tiempo se lleva.

 

 Por fin una noche,

después de la cena,

cae el primer manto

de nieve en la era.

 

 Y las hojas secas

se mueren y esperan

que vuelva un mañana

con la primavera.

X.L. Do Ferreiro