Martí nuestro que
estás olvidado,
que te ves falsamente invocado
por el verbo de tanto menguado
que disfraza al voraz mercader;
Martí nuestro que estás lastimado,
ofendido, herido, injuriado;
con la carga de tanto pecado,
¿nos podrá tu bondad absolver?
Olvidamos tu santo ejercicio
de altruismo y de sacrificio,
y de estar por la patria en suplicio
y por ella, con gozo, morir;
mas tenemos el dolo y el vicio,
y la patria para beneficio
del que medra con ella de oficio
y la ve sin decoro vivir. |
Martí nuestro, tus
nobles empeños
por hacernos nuestros propios dueños,
las visiones que viste en tus sueños
de tu patria entre gloria triunfar,
han quebrado la luz de sus leños
ante los personajes pequeños
de almas negras y rostros risueños
que vinieron tu triunfo a tronchar.
Martí nuestro, tus manos levanta
con fragores y con ira santa,
tu figura hasta Dios agiganta,
haz llegar tu palabra hasta Dios;
Martí nuestro, tu triunfo decanta
entre tanta miseria, entre tanta
estulticia que asusta y espanta;
Martí nuestro, ¡implora por nos!
Rafael R. Vidal |